Así es, la Borrasca Bernard dejó muchos daños en Rota, pero también en todas las provincias de Andalucía Occidental. Volvemos a tener que hablar de vientos huracanados, con rachas que superaron los 150 kilómetros por hora puntualmente en zonas del litoral andaluz. Rota y su Puerto deportivo han sufrido en exceso el combate del viento, pero tenemos que decir que la peor parte se la ha llevado la zona de la Ría de Huelva, sobre todo Isla Cristina, donde el azote ha sido devastador.
Esta borrasca como ya anunciábamos en la web del Club Náutico de Rota, que Bernard era anómala. Pues bien, así ha sido, impactó con una fuerza inusitada en nuestro Puerto Deportivo. Pantalanes rotos, amarras destrozadas y sobre todo toldos, biminis y velámenes otra vez han sido los protagonistas de nuestra tarde de domingo.
Nos acercamos al Puerto cuando la intensidad del viento era muy fuerte, pero vimos que corríamos peligro y decidimos dejar nuestras embarcaciones en manos de la fortuna, pero también en manos de los profesionales, esos que por dedicación y empeño están como marineros de nuestro puerto, porque por dinero seguro que no.
José Merón, José Bernal estuvieron arriesgando su físico para evitar una catástrofe, tuvieron que pedir refuerzos, ya que no daban abasto y llegó José Antonio Capote.
No sé, para mí esto no está pagado, cuando fui por el puerto, una tapa de una nevera me pasó por encima de la cabeza y pensé, que este no era mi sitio y marché a casa.
Ya en la seguridad de mi hogar, recordé a esos marineros que estaban allí, y no paraba de pensar en ellos. Por suerte y lógicamente por profesionalidad, todo pasó, igual que el viento y no hubo que lamentar desgracias, ni grandes incidentes.
Toldos y velas rotas, los elastómeros de algunos pantalanes que cedieron, pero poco más, todo que no se pueda solucionar con un poco de empeño de nuestras entidades.
Pero la peor parte se la llevó Huelva, sobre todo Isla Cristina, donde los almejeros cedieron sus amarres ante el empuje del viento. Vientos huracanados intensos y sostenidos. Imágenes dantescas, quizás no de muy buena calidad porque nos llega de amigos, pero que te dicen muy a las claras, que Bernard, ha sido un hito, un punto de inflexión.
Que debemos respetar más a la naturaleza y evitar dentro de lo posible, luchar contra ella, tenemos que ser humildes y aprender de Bernard. Ya decíamos que era una borrasca anómala, ya que se originó en latitudes bastante más bajas de lo habitual, en el ámbito subtropical, que se intensificó a medida que llegaba a nuestras costas, ya que su centro pasaba de 1010 hectopascales a estar por debajo de 990 hectopascales, valores muy bajos y raros para estas fechas.
Ahora queda hacer borrón, cuenta nueva, pero aprender. Sobre todo en lo que a nosotros como Club Náutico de Rota y propietarios de embarcaciones nos concierne.
No debemos hacer caso omiso a las advertencias, proteger nuestras embarcaciones y no dejarlo todo en manos de los demás. En cuanto a nosotros, prestar más atención a las amarras, toldos, biminis, velámenes y todo aquel accesorio que pueda ser sensible de rotura.
En cuanto a los profesionales, esos que han perdido o han sido dañados sus barcos, esperar que las administraciones puedan agilizar los trámites para salir pronto adelante. Muchas familias viven de esto y deben seguir haciéndolo.
Podríamos ayudar, pues sí, haciendo puertos más seguros que la Ría de Huelva, donde los profesionales amarran sus barcos a muertos, más facilidades y sobre todo, más seguridad, Bernard ha sido una advertencia, pero ¿Qué nos deparará el futuro? Nadie lo sabe, pero si podemos hacer frente a un tiempo que parece que va a ser muy cambiante. Buena proa marineros.